El Discovery salió de su plataforma de lanzamiento al borde del Atlántico según lo previsto a las 10H21 GMT del Centro Epacial Kennedy, cerca de Cabo Cañaveral (sudeste).
Pequeños fragmentos de espuma aislante se desprendieron del tanque de combustible externo cuatro minutos después del despegue, aunque sin consecuencias, indicó Bill Gerstenmaier, responsable de las actividades espaciales de la Nasa.
La Nasa señaló también una anomalía en uno de los tres captores de presión de una bomba de un motor. "No había ningún problema con los motores en sí, sólo con uno de los captores", explicó Mike Mose, responsable del equipo a cargo de la misión.
El objetivo de esta misión de 13 días es el abastecimiento de ocho toneladas de provisiones y de materiales, entre ellas dos literas para los seis ocupantes permanentes de la ISS así como siete aparadores destinados para diversos experimentos científicos.
Discovery aportará asimismo un congelador adicional para preservar las muestras de los experimentos conducidos en microgravedad y una reserva de amoníaco para el sistema de refrigeración de la estación, así como un mecanismo de ejercicios que permite medir la fuerza muscular.
Están previstas tres salidas orbitales de seis horas y media cada una por parte de un equipo de dos astronautas del Discovery, una de cuyas principales tareas será el remplazo de una reserva de amoníaco vacía adosada al exterior de la estación.
Tras este vuelo, sólo quedarán tres antes del retiro de los tres transbordadores de la flota previsto para fines de 2010.
Con la ISS casi terminada, la Nasa envía en estos últimos vuelos piezas de recambio y equipamiento para el futuro mantenimiento de la estación, que el presidente Barack Obama planea prolongar al menos hasta 2020.
La ISS, un proyecto de 100.000 millones de dólares iniciado en 1998 y en el que participan 16 países, es sobre todo financiado por Estados Unidos.
Tras el retiro de los transbordadores, Estados Unidos dependerá de las Soyuz rusas para enviar a sus astronautas hacia la ISS, hasta que esté pronto un nuevo modelo de nave estadounidense, hacia 2015.
Obama decidió en febrero anular el programa Constellation, que buscaba llevar a los estadounidenses de nuevo a la Luna, eliminando al mismo tiempo el cohete Ares 1 que debía -junto a la cápsula Orion- suceder al transbordador para 2015.
El presidente planea en cambio alentar al sector privado a ofrecer lanzadores para poner en órbita a los astronautas de la Nasa a un menor costo.
Lunes 05 Abril, 2010
Fuente: www.noticiero.venevision.net
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