Empecemos tranquilizándote, la lava de la esfera del reloj está fría, no te preocupes que no se te va fundir el brazo. El reloj, como no podía ser de otra forma, se llama Eyjafjallajökull (sí, he hecho copy paste para poner el nombre, lo confieso) y procede del mismo maestro relojero que consiguió que algún adinerado y afortunado caprichoso pudiera lucir un reloj fabricado con partes del Apolo XI y con polvo lunar en la esfera.

El diseñador Romain Jerome ha logrado dotar al reloj del aspecto de un volcán con todo su magma en erupción y si de verdad te gusta, además de pasar por el banco para pedir una ampliación de la hipoteca para pagarlo, deberías darte prisa… solo han fabricado uno.

Aunque teniendo en cuenta que precisamente por el tema del volcán de marras media Europa sigue atrapada en los aeropuertos igual tienes suerte y no se lo ha comprada todavía nadie.

Fuente: Google