El e-mail no se lleva entre los más jóvenes, y el futuro, evidentemente, está en sus manos. "Todos hemos buscado el perfil de nuestra ex-pareja en Facebook, y quien diga lo contrario, miente". Sandberg entra de lleno en el meollo de la cuestión: la comunicación ha dejado de centrarse en memorizar el correo electrónico o número de móvil de la persona a contactar. Philip Berne, de Slashgear, lo explica con claridad: "mi primera dirección de e-mail era st931341@pip.cc.brandeis.edu y obligaba a todos mis contactos a memorizar esa estúpida secuencia de caracteres. Ahora no tengo ese problema: el que quiera localizarme, simplemente tendrá que buscar mi nombre en Google".
El modo en el que usamos la red en la actualidad ha cambiado visceralmente debido a la pujanza de las redes sociales. En la actualidad, si deseamos contactar a un ex-compañero de trabajo o de la universidad, a nadie se le ocurre pretender dar con su dirección de correo en Google. Lo más probable es que demos con él en Facebook o LinkedIn. Con todo, el fin del correo electrónico tal cual lo conocemos, puede resultar una buena oportunidad de negocio para las empresas: en la actualidad, es prácticamente imposible obtener la dirección de e-mail de cualquier persona, pero su perfil en las redes sociales estará ahí, más o menos accesible. En este sentido, los usuarios de redes sociales son más susceptibles de aceptar recomendaciones de productos y mucho más receptivos ante ellas. Se estima que los usuarios recordarán mucho mejor una marca sugerida por un amigo a través de una red social, y estarán por ende, mucho más dispuestos a comprarla. La influencia es notoria y evidente, y las empresas deberán orientar su comunicación hacia los prescriptores con una buena presencia en las redes sociales. El correo electrónico es mucho más aséptico y por otro lado, el spam, junto con un exceso de comunicaciones de carácter comercial, han restado poder a las acciones de marketing que emplean este canal. ¿Morirá el e-mail? Posiblemente no, pero dejará de tener el protagonismo que disfruta ahora y su uso se concentrará en el ámbito laboral. Las redes sociales ofrecen muchas más posibilidades y su utilización no para de crecer.
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¿Será el Final del Email?
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